Por Osciel Moya Plaza
Publicado en: Radio U de Chile
El exministro de economía analizó la importancia de los BRICS en el concierto internacional y el peso que se ha convertido para competir con el G7 de los países desarrollados, ya que representa casi el 25 por ciento del PIB mundial.
Este miércoles se desarrolló la segunda jornada de la XV Cumbre de los BRICS en Johannesburgo, Sudáfrica, centrada en el comercio, la inversión, la consolidación y la posible ampliación del bloque a más de 20 países que solicitaron su ingreso.
El grupo de economías emergentes conocidos como BRICS, integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representa casi el 25 por ciento del PIB mundial, el 42 por ciento de la población y más del 16 por ciento del comercio global.
En el encuentro se hicieron presentes de los Jefes de estado de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; de China, Xi Jinping; de Sudáfrica, Cyril Ramaphosa; el primer ministro de India, Narendra Modi y el canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, en representación de Vladimir Putin, que se sumó de forma remota.
“El BRICS es un símbolo de inclusión y de un orden mundial más equitativo. El BRICS también representa el desarrollo sostenible. Somos una asociación inclusiva de países en desarrollo y mercados emergentes que buscan cooperar entre sí en interés de nuestros pueblos”, expresó durante su intervención en la cumbre el presidente Ramaphosa.
Competir con el G7
“Esta es una instancia de gran significación que está buscando, digamos las cosas con fraqueza, competirle al G7 constituido por los países capitalistas más ricos(Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Japón y Canadá)”, afirmó a nuestro medio el vicepresidente del Foro Permanente de Política Exterior, Carlos Ominami, quien hizo un análisis de la importancia de los BRICS en el concierto de las relaciones internacionales.
Ominami destacó la representación que el grupo tiene en la población y en la economía mundial con un “PIB más grande que el G7 y por tanto, son un punto de referencia muy significativo”.
El economista afirmó que el bloque es una “instancia que no es simplemente circunstancial, es la XV cumbre que se viene sosteniendo y es un lugar muy estratégico para China y también para Brasil. Para este último es importante tener este espacio que le permite tener voz en los asuntos globales y es muy relevante el reconocimiento que se ha hecho cuando se le entrega la presidencia del Banco de los BRICS a la expresidenta Dilma Rousseff”.
El exministro de economía indicó que para Rusia, “es un espacio que le permite salir de un cierto aislamiento que está en el mundo. Igual destacaría el hecho que Rusia tiene un socio incómodo. Por de pronto, Putin no pudo participar de la reunión porque tiene el problema de la Corte Penal Internacional y por el hecho que Sudáfrica es parte de la CPI (…) pero más allá de eso, a China lo que más le interesa es una cierta tranquilidad en el mundo. A China no le gusta la guerra”.
El exministro precisó que esto se debe a que “a China le ha ido bien en el despliegue comercial, tecnológico y no le interesan los conflictos que generan rupturas importantes como es el caso de la guerra entre Rusia y Ucrania”.
Asimismo, Ominami indicó que para Sudáfrica este bloque comercial también le ha significado un “reconocimiento por parte de países como China, India y de la mayor gravitación que tiene en el contexto del continente Africano”.
Por otro lado, destacó que si bien el grupo está integrado por cinco países, existen tensiones importantes entre China e India que “se expresan con el tema de ampliación porque hay varios países que quieren ser parte de los BRICS”.
Precisó que mientras China es partidaria de ampliar el bloque, a la India y Brasil “no les interesa mucho porque tienden a perder significación”. Esto a pesar que en el encuentro, el primer ministro indio, Narendra Modi, anunció el pleno apoyo de su país a la adhesión de nuevos miembros al grupo, entre los que se encuentran Argentina, Irán, Arabia Saudí, Bolivia, Cuba, Honduras, Venezuela, Argelia e Indonesia.
Sobre este punto, el presidente Putin apoyó la ampliación del bloque y afirmó que Rusia asumirá esta presidencia “enfocada en fortalecer el multilateralismo con el fin de buscar un desarrollo global y una seguridad justa”.
Chile y los BRICS
Consultado sobre qué relevancia se le da en nuestro país a este bloque, Ominami indicó que “para América Latina el hecho que Brasil sea parte de este entendimiento y que encabece a través de la expresidenta el Banco de los BRICS, es una buena noticia. También es una buena noticia que se puedan crear mecanismos de intercambio a partir de la creación, como planteó Lula, de una unidad de cuenta y que se puedan favorecer los intercambios en las monedas de los respectivos países, sin tener que pasar por el dólar. Eso es importante y desde ese punto de vista, para Chile sería muy importante tener una mayor cercanía con Brasil”.
En su opinión, nuestro país debe “buscar acompañar a Brasil en este esfuerzo y recordarle que es parte de América Latina y que tiene que hacer un esfuerzo porque nuestra propia región se integre(…) La herencia de los gobiernos conservadores fue fatal en este plano, todo lo que se había avanzado en Unasur se paralizó y llevamos 5 años y todavía no se logra recomponer”.
“Creo que Chile y Brasil deberían tener una relación más estrecha para enfrentar estos temas, particularmente lo que tiene que ver con la integración latinoamericana y ver qué va a significar la presencia del Banco de los BRICS en América Latina”, puntualizó.
Yevgheny Prigozhin
Mientras se desarrollaba la cumbre de los BRICS, se conoció la noticia de la muerte en un accidente aéreo de Yevgheny Prigozhin, dueño de la empresa Wagner que reclutaba mercenarios para enviarlos a diferentes conflictos.
La información tomó relevancia ya que este grupo de mercenarios encabezó las campañas militares contra Ucrania, contratado por el Gobierno de Putin, y que posteriormente se alzó contra Moscú.
Al respecto, Ominami indicó que si bien existen solo informaciones de prensa, “esto genera todo tipo de suspicacias, porque este personaje debilitó la imagen de Putin, lo afectó, y desde ese punto de vista era una suerte de enemigo que se supone que estaba refugiado en Bielorrusia y la información dice que el avión estaba entre Moscú y San Petersburgo. A lo mejor fue un accidente o no, pero es evidente que iban a quedar dando vuelta sospechas permanentemente porque, objetivamente era alguien que había desafiado la autoridad como Putin y eso en un país autocrático como Rusia, tiene consecuencias, no es gratis”.
La Agencia Federal de Transporte Aéreo de Rusia (Rosaviatsiya) confirmó que en el avión siniestrado viajaba el jefe de Grupo Wagner, Evgueni Prigozhin, junto a otras 9 personas.
El avión viajaba de Moscú a San Petersburgo, de acuerdo con información oficial, y el accidente se produjo cerca del pueblo de Kuzhénkino.