Por José Miguel Insulza
Al interior de Israel nada parece indicar un cambio en la conducta seguida hasta ahora y eso hace que una salida negociada de la crisis parezca cada vez más lejana.
En los ocho meses transcurridos desde el fatídico 7 de octubre, cuando comandos de Hamas asesinaron a centenares de ciudadanos indefensos de Israel, en una incursión por sorpresa que fue condenada por la gran mayoría de los países del mundo, la atención internacional sobre esta crisis se ha mantenido en primer plano, mientras gobiernos y opinión pública han ido asumiendo posturas diversas, según el curso de los acontecimientos.
En efecto, al comienzo se dio por sentado que Israel emprendería una operación de represalia, plenamente justificada por la agresión de que había sido objeto, por los crímenes cometidos y por la necesidad imperiosa de rescatar a numerosos rehenes que los atacantes tomaron y se llevaron vivos al territorio de Gaza.
La única condición que se ponía a esa represalia era que fuera algo proporcional a los crímenes cometidos y no significara un ataque indiscriminado a la población civil de Gaza; ha sido el obvio incumplimiento de esa condición lo que, de manera lenta pero persistente, ha ido reduciendo el apoyo inicial a Israel, hasta llevarlo a un mayor grado cada vez mayor de aislamiento en la escena internacional. Siete meses y cuarenta mil muertos después, la imagen de Israel se ha deteriorado fuertemente en el mundo. Y en los últimos diez días ese cambio de actitud se hizo más visible que nunca.
1.- La Corte Penal Internacional
En muchas declaraciones e incluso publicaciones en los días posteriores al 20 de mayo, se confundió a la Corte Penal Internacional, con la Corte Internacional de Justicia (CIJ), cuya única similitud es que ambas están radicadas en La Haya.
La Corte Penal Internacional fue creada a partir de un Tratado Internacional (el Estatuto de Roma) suscrito originalmente por 120 países, que entró en vigor el 1 de julio de 2002, habiendo obtenido todas las ratificaciones necesarias. Hoy tiene 124 miembros. Rusia y Estados Unidos no están entre ellos; China y la India ni siquiera lo firmaron. Casi todos los países de Europa lo han ratificado, así como también los de América Latina. Chile lo suscribió en 1998, pero sólo lo ratificó en 2007.
Israel tampoco ha ratificado el Estatuto de Roma, aunque lo firmó. La CPI ha dictaminado que tiene autoridad legal para procesar actos criminales en la guerra porque la Autoridad Palestina fue admitida como signatario en 2005.
El 20 de mayo recién pasado, el Fiscal Jefe de la Corte Penal Internacional (CPI) Karim Khan solicitó órdenes de arresto contra el Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu y el Ministro de Defensa Yoav Gallant, diciendo que tiene “motivos razonables” para asignarles responsabilidad penal por crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, cometidos a partir del 7 de octubre y a partir de entonces en la ofensiva militar contra Gaza, dirigiendo ataques y persecución contra la población civil.
«Mi oficina sostiene que las pruebas que hemos recopilado, incluidas entrevistas con sobrevivientes y testigos presenciales, material de video, fotografías y audio, imágenes de satélite y declaraciones del presunto grupo perpetrador, muestran que Israel ha privado intencional y sistemáticamente a la población civil en todas partes de Gaza de objetos indispensables para la supervivencia humana», afirma Khan en su solicitud. La acusación contra Gallant surge, además, de sus propias declaraciones, hechas dos días después del 7 de octubre, cuando señaló: «He ordenado un asedio completo en la Franja de Gaza. No habrá electricidad, ni alimentos, ni combustible, todo está cerrado… estamos luchando contra animales humanos y estamos actuando en consecuencia».
El Fiscal Kahn también solicitó órdenes de arresto en contra del líder principal de Hamas Yahya Sinwar y dos de sus lugartenientes, Mohammed Al Masri e Ismail Haniya, por cargos de exterminio, asesinato, toma de rehenes, violación y tortura. Según el Fiscal estas personas habrían planeado e instigado la barbarie del 7 de octubre y/o participado directamente en ella y en actos criminales posteriores en contra de los rehenes, de todo lo cual existirían también elementos de prueba fehacientes.
La Fiscalía de la Corte Penal ha estado investigando las acciones de Israel en los territorios ocupados de Cisjordania y Gaza durante los últimos tres años, y también las acciones de Hamás desde el 7 de octubre pasado. Los Jueces de la Corte deben decidir, en un plazo variable, si las pruebas son suficientes para dictar las órdenes de arresto solicitadas. Si ello ocurre, los 124 Estados firmantes estarán obligados a detener a los acusados si ellos se presentan en su territorio. Y esto significa que Netanyahu no podría viajar a casi ningún país europeo, ante el riesgo de que se le detenga en cumplimiento de la orden. Tampoco podrán hacerlo los dirigentes de Hamas, uno de los cuales está actualmente en Qatar.
Pero no fue esta la razón principal de la indignación de Netanyahu. Más que los gravísimos crímenes atribuidos, Israel y sus aliados más cercanos rechazaron que las dos solicitudes del Fiscal se emitieran al mismo tiempo. En un comunicado y en extensas intervenciones en televisión Netanyahu rechazó “con disgusto la comparación del fiscal de La Haya entre el Israel democrático y los asesinos en masa de Hamás”. Y el Presidente de Israel, Isaac Herzog, declaró que este “fallo escandaloso» muestra hasta qué punto “el sistema judicial internacional está en peligro de colapsar». El ministro de Asuntos Exteriores alegó que esta decisión de la CPI pretende atar las manos de Israel y negarle el derecho a la autodefensa.
También Hamas rechazó duramente las decisiones de la CPI. Sami Abu Zuhri, uno de sus principales dirigentes dijo que solicitar órdenes de arresto para tres líderes de Hamás «equipara a la víctima con el verdugo» y anima a Israel a continuar su «guerra de exterminio» en Gaza y exigió la «cancelación de todas las órdenes de arresto emitidas contra líderes de la resistencia palestina por violar las convenciones y resoluciones de la ONU». Sobre la solicitud de órdenes de captura de Netanyahu y Gallant, sólo afirmó que llegaban con siete meses de tardanza.
También el Presidente de Estados Unidos condenó como “escandalosa” la solicitud de Karim Kahn, agregando que “independientemente de lo que este fiscal pueda implicar, no hay equivalencia -ninguna- entre Israel y Hamás. “Siempre estaremos junto a Israel contra las amenazas a su seguridad” dijo el Presidente Biden en un comunicado que causó extrañeza, por no ser Estados Unidos signatario del Estatuto.
Los ataques al Fiscal Khan dejan de lado el hecho de que se trata de un prestigioso jurista británico, designado para el cargo por el Secretario General de Naciones Unidas y cuyas decisiones fueron consultadas con un amplio grupo de expertos, principalmente de países occidentales. Tal vez por esa razón ningún otro país se adhirió a los ataques a la Corte, aunque muchos han recordado que no se ha dictado una orden de detención aún, sino de una solicitud del Fiscal, sobre la cual la Corte Penal aún debe decidir.
2.- La Corte Internacional de Justicia
La Corte Internacional de Justicia es un órgano principal de Naciones Unidas, consagrada en el texto de la Carta de Naciones Unidas (art 38) y cuyo estatuto completo es considerado parte integrante de ella. Los órganos principales son aquellos a los cuales los países miembros de Naciones Unidos pertenecen de manera obligada. No sería aceptable que un país fuera miembro de la ONU y dijera que no participa del Ecosoc o la Asamblea General, o que las decisiones del Consejo de Seguridad no lo obligan.
Si bien cada Estado puede reservarse el derecho de recurrir a la Corte o acatar sus resoluciones, la Corte siempre tiene competencia para conocer de litigios entre Estados miembros. En algunos casos, grupos de países acuerdan hacer sus decisiones obligatorias de modo permanente para asuntos entre ellos; tal es el caso del Pacto de Bogotá cuyos países signatarios se obligan a aceptar juicios que los signatarios promuevan entre sí. Demás está recordar que Chile es signatario de dicho Pacto.
La principal diferencia entre la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional es, por lo tanto, que de la CIJ se es miembro por ser miembro de las Naciones Unidas; para ser miembros de la CPI hay que ratificar su Estatuto y los Estados son libres de retirarse de ella. De hecho, desde su fundación dos estados lo han hecho, Burundi y Filipinas.
La otra diferencia importante está en sus competencias. La Corte Penal Internacional juzga casos de crímenes de guerra o de lesa humanidad cometidos por personas y puede llegar, como fue el caso de Yugoslavia, que concluyó con sentencias de prisión para el principal gobernante serbio. La Corte Internacional de Justicia sólo examina casos entre Estados miembros y no se ocupa de transgresiones por personas, aunque ellos sean gobernantes de los Estados. Sus fallos son en derecho y ni siquiera se mencionan nombres. Una decisión de la Corte Internacional de Justicia tiene el peso mayor, por ser el Tribunal oficial de Naciones Unidas.
Una semana después de la petición de las órdenes de detención por parte del Fiscal de la CPI, la Corte Internacional de Justicia dictaminó que Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah, en el sur de Gaza, donde se ha refugiado alrededor de un millón y medio de ciudadanos palestinos que huyen de Ciudad Gaza y de los bombardeos a civiles en todo su territorio. Sudáfrica pidió al Tribunal que emitiera esta decisión como medida de emergencia, en el marco del caso más amplio que ha llevado adelante para pedir que la Corte declare que los ataques israelíes a Gaza constituyen un caso de genocidio de acuerdo a la Convención sobre este tema. Aunque esto aún no ocurre, declaraciones que provienen desde la Corte indican que al menos se reconocerían algunas evidencias a este respecto.
Al día siguiente de la decisión de la Corte Internacional de Justicia, Israel bombardeó Rafah, en abierto desafío a lo exigido por la Corte Internacional de Justicia; como parte de estos ataques, murieron más de 45 personas, en un ataque a un refugio en que sólo murieron civiles, incluyendo mujeres y niños. El propio Netanyahu calificó el incidente como “un trágico error”, pero ello no bastó para aplacar la ira de la Unión Europea, que exigió formalmente a Israel respetar las decisiones de la Corte Internacional de Justicia. Esta separación creciente de Europa del gobierno de Netanyahu se vio realzada por la decisión de España, Irlanda y Noruega de reconocer al Estado Palestino.
No es la primera vez que esto ocurre. Bulgaria, Chipre, Eslovaquia, Hungría, Malta, Polonia, República Checa, Rumanía y Suecia ya habían reconocido a Palestina como un Estado independiente. Pero la avalancha de críticas a Israel no parece cesar y es muy probable que en los próximos días se sumen otros Estados a este reconocimiento. Al interior de Israel nada parece indicar un cambio en la conducta seguida hasta ahora y eso hace que una salida negociada de la crisis parezca cada vez más lejana.
Fuente:
https://ellibero.cl/columnas-de-opinion/israel-gaza-y-las-cortes-internacionales/j