Condenamos enérgicamente el Golpe de Estado ocurrido en Bolivia, impulsado por algunos sectores políticos con el respaldo de las Fuerzas Armadas y la Policía. La salida a los conflictos sociales debe conducirse por caminos de respeto a la institucionalidad democrática, y a los derechos humanos, y en la búsqueda de un diálogo que resguarde la voluntad popular. En esta línea, rechazamos categóricamente el uso de la violencia que estamos viendo escenificada en el país hermano y demandamos el respeto a la integridad física de las autoridades depuestas así como de sus familiares.
Ante el fraude electoral certificado por la OEA, repetir la elección es un paso imprescindible, cuyo cumplimiento fue anunciado por el Presidente Evo Morales. Dadas las actuales circunstancias, es fundamental retomar la vía del respeto a la voluntad popular y la realización de elecciones que garanticen el voto libre e informado, con observadores internacionales.
El gobierno de Chile debe rechazar el Golpe de Estado y promover la cooperación regional para retomar el cauce de la democracia en Bolivia.