Francia y Alemania mantienen su intención de reforzar la inmunización de las personas más vulnerables a partir de este otoño aunque la mayor parte del planeta siga sin recibir viales.
La petición de la Organización Mundial de la Salud de retrasar la tercera dosis de la vacuna contra la covid-19 en los países más avanzados para priorizar la distribución en los de menos recursos ha caído en saco roto a ambas orillas del Atlántico. EE UU rechazó la propuesta el mismo miércoles, nada más hacerse pública. En Europa, las dos principales potencias, Alemania y Francia, han confirmado este jueves su intención de aplicar una dosis de recuerdo a partir de septiembre a las personas vulnerables. Y la Comisión Europea se ha lavado las manos y se ha limitado a señalar que la decisión sobre una posible tercera ronda de pinchazos depende de las autoridades nacionales.
La propuesta de la OMS pretendía mejorar la equidad en el acceso a las vacunas, totalmente desequilibrada en favor de las principales potencias económicas del planeta que han acaparado el 80% de las dosis disponibles hasta ahora. Según los datos de Naciones Unidas, en los países desarrollados ya se ha vacunado el 51,5% de la población frente al 1,36% en los países pobres.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, señaló el miércoles que es comprensible que los gobiernos de los países con mayor ritmo de vacunación quieran adoptar medidas para proteger a la población de la variante delta. “Pero no podemos aceptar que los países que ya han utilizado la mayoría de los suministros utilicen todavía más mientras que las poblaciones más vulnerables del mundo siguen sin protección”. La petición de una moratoria, sin embargo, ha tenido menos éxito aún que la propuesta de liberar las patentes de las vacunas, que fue secundada por EE UU y rechazada por Europa.
Pocas horas después de las palabras del dirigente de la OMS, el presidente francés, Emmanuel Macron, ha advertido a través de su cuenta en Instagram de que “una tercera dosis será probablemente necesaria, no para todo el mundo de manera inmediata, pero en todo caso para los más vulnerables y la gente más mayor”. En Alemania, el Ministerio de Sanidad ha indicado que en septiembre comenzará a inyectar la tercera dosis “a las personas de mayor edad y a las que se encuentran en residencias de ancianos”. En España, la ministra de Sanidad, Carlina Darias, afirmó el 23 de julio que “todo apunta” a que hará falta una tercera dosis, pero su departamento no tiene de momento planes al respecto.
Alemania y Francia parecen dispuestas a iniciar la tercera ronda a pesar de que la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) aún no ha indicado que sea necesaria. La EMA señaló este miércoles, en un comunicado conjunto con el Centro Europeo de Control y prevención de enfermedades (ECDC), que “las vacunas aprobadas hasta ahora [de BioNTech/Pfizer, AstraZeneca, Moderna y Janssen] ofrecen un alto nivel de protección frente al riesgo de enfermedad grave o muerte a causa del virus SARS-Cov-2, incluidas las variantes, tales como la delta”. Ambos organismos consideran que la prioridad en estos momentos debe ser “animar con fuerza a quienes son aptos para la vacunación, pero todavía no se han vacunado, a que comiencen y terminen de hacerlo de acuerdo con el calendario adecuado”.
70% de vacunados
A mediados de julio, la Comisión Europea anunció que los países de la UE ya disponen de dosis suficientes para vacunar con la pauta completa al 70% de la población adulta, un objetivo que Bruselas había marcado para final del verano. Además, según los datos del ECDC, se ha vacunado ya al 82% de la población de más de 80 años y al 77% del personal sanitario, los dos grupos a los que se dio prioridad por ser considerados de máximo riesgo y vulnerabilidad.
La propia Comisión, sin embargo, ha reconocido hace meses que la incertidumbre sobre la duración de la inmunidad de las vacunas hace aconsejable prepararse para la necesidad de una o más dosis de recuerdo durante los próximos dos años. Este mismo miércoles, el organismo dirigido por Ursula von der Leyen anunciaba la conclusión de un séptimo contrato de adquisición, firmado con la compañía Novavax para el suministro de 200 millones de dosis cuando su producto reciba la luz verde de la EMA. Bruselas ha reservado en total 4.600 millones de dosis, con la vacuna de BioNTech/Pfizer como el puntal de una estrategia basada, sobre todo, en las vacunas de la novedosa tecnología ARN mensajero. La UE tiene unos 450 millones de habitantes.
Hasta la fecha, en la UE y los países ligados a la estrategia europea (Noruega, Islandia y Liechtenstein) se han distribuido 547 millones de dosis, a razón de una media de 149 dosis por cada 100 habitantes. En cuatro países (Bélgica, Islandia, Irlanda y Malta) ya se ha superado el objetivo del 70% de la población adulta inmunizada. Y en otros, incluida España (67,3%) se ha rebasado la barrera del 60%.
A pesar del rápido avance, una portavoz de la Comisión ha justificado este jueves la reserva de más suministros porque están “extrayendo lecciones de la primera ola [de la epidemia] y por eso hace falta garantizar la disponibilidad de vacunas para los próximos años por si hicieran falta dosis de recuerdo”. Bruselas no ha olvidado los tropiezos de principios de año cuando la falta de suministro, sobre todo por parte de la farmacéutica AstraZeneca, retrasó las campañas de vacunación en Europa e, incluso, obligó a pararlas en algunos lugares del continente por falta de viales.
Ante las posibles acusaciones por acaparar dosis vitales para otras partes del planeta, la Comisión asegura que los esfuerzos para el abastecimiento europeo “van de la mano con la solidaridad”. Bruselas recuerda que el 50% de la producción europea de vacunas se ha exportado a más de 130 países y que la Comisión y los gobiernos europeos han aportado 3.000 millones de euros a Covax, la iniciativa internacional que aspira a distribuir dosis suficientes para inmunizar al menos al 20% de la población de 92 países de renta baja o muy baja.
Hasta ahora, según la Comisión, Covax ha distribuido 153 millones de dosis en 137 países, una cantidad claramente insuficiente para las necesidades globales. En todo África, solo Marruecos dispone de vacunas para más del 20% de la población y en la mayoría de los países no llega al 5%, según los datos de Unicef. En algunos, como Malí Chad o Congo, no llega al 1%.
John Nkengasong, director de los Centros de para el control y prevención de enfermedades en África de la Unión Africana, se ha mostrado este jueves “completamente de acuerdo” con la moratoria sugerida por la OMS. “Nuestra posición es clara. Necesitamos vacunar a tanta gente como sea posible con las vacunas disponibles antes de empezar a mirar hacia dosis de refuerzo”, ha señalado en declaraciones recogidas por la agencia EFE. Nkengasong recuerda que el retraso en la vacunación en algunos países puede tener consecuencias para toda la población mundial “porque sabemos el riesgo de crear más variantes”. “La única forma de parar esta pandemia es vacunar a la mayor cantidad de gente posible”, ha añadido.
Contenido publicado en El País