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Bitar y visita de Pdte. Boric a EEUU: «Para los norteamericanos, representa una nueva generación»

Escrito por: Camilo Suazo

Esta publicación fue obtenida de la plataforma: Bio-Bio Chile

Sergio Bitar defiende al gobierno tras el impasse generado con Israel luego que el embajador Gil Artzyeli no pudiera presentar sus cartas credenciales al Presidente Gabriel Boric. No obstante, al mismo tiempo califica como una «cosa necia» lo ocurrido con el embajador chileno Javier Velasco debido a sus dichos en España sobre el rol de los gobiernos de la ex Concertación. «Tenemos que pensar en el futuro y el futuro significa apoyar a un gobierno en una dirección que pueda mostrar resultados para la gente», menciona quien fuera ministro en tres gobiernos diferentes.

“Para los norteamericanos, representa una nueva generación que defiende los derechos humanos”. Así analiza Sergio Bitar la gira en Estados Unidos del Presidente Gabriel Boric.

En conversación con BioBioChile, quien fuera ministro de Minería durante el gobierno de Salvador Allende aborda la contingencia nacional, marcada precisamente por la participación del Mandatario en la ONU y por la discusión sobre el proceso constituyente que se ha estado llevando a cabo tras el triunfo del Rechazo en el Plebiscito del 4 septiembre.

Con una larga carrera ligada a la política, Bitar se muestra optimista de cara al 2023, aunque aclara que se deben entrelazar una serie de factores, como el control de la inflación, avances en seguridad y la aprobación del TPP11.

“Yo soy partidario de una convención elegida que tenga legitimidad para que dure la Constitución”, plantea, a su vez, el expresidente del PPD.

Así, reconoce que le gustaría ver a Amarillos por Chile reunidos con el Socialismo Democrático, entre otros sectores. “Es más razonable que reunamos las fuerzas pro-reformas. Ojalá ocurra así”, esgrime.

Y junto con abordar los hechos de violencia registrados en establecimientos emblemáticos como el Instituto Nacional, en donde precisamente él estudió, el exsenador califica como un “apartheid” la situación de miles de personas en Palestina. Estas son sus reflexiones.

VIOLENCIA EN EL INSTITUTO NACIONAL

-Usted fue ministro de Educación. ¿Cómo siente que ha sido el manejo del gobierno a propósito de los hechos de violencia que hemos visto en el Instituto Nacional?

Yo soy estudiante del Instituto Nacional así que lo primero que siento, como todo institutano, es profundo dolor de ver deteriorarse un colegio de esa calidad. Y lo segundo, es que los esfuerzos que vienen haciéndose desde hace bastante tiempo no tienen que ver estrictamente con este gobierno porque es un proceso que involucra a todos los últimos gobiernos. Aquí hay un problema más de fondo que supone disciplina y una posición firme, pero que en su duración ha demostrado que tiene causas más de fondo.

Por lo tanto, hay que atacar esas causas de fondo, pero también se ha demostrado que hay grupos que están en un punto de endurecimiento y de destrucción que tienen que ser enfrentados como un problema específico. No de los alumnos, sino de un grupo mínimo de alumnos que está provocando una situación de destrucción, sin duda, con algún tipo de concepto anarquista o de anti-Estado que no se condice con la solución de los problemas de fondo. Hay problemas de fondo, pero esta forma no los resuelve. Entonces creo que no sólo es un problema del ministro de Educación sino que es un problema más colectivo de la comunidad educativa.

-Usted habla de atacar los problemas de fondo, ¿pero de qué manera se puede hacer?

Los grandes colegios públicos del centro de Santiago, por una razón que viene de muy atrás, la jornada escolar completa no atendió la necesidad de hacer nuevas escuelas, con infraestructura nueva. Cuando tú ves el Instituto Nacional, parte de los reclamos de los jóvenes es que están con una infraestructura bastante deteriorada.

En mi caso, como ministro de Educación, logré avanzar y entregar una superficie enorme y nueva donde antes estaba ubicado el Seremi de Educación que le quitaba, desde la dictadura, espacio al colegio. Se construyeron instalaciones nuevas pero tuve que ir después y me encontré con que había mucho deterioro, tanto así que algunos alumnos y exalumnos habíamos montado sistemas para juntar plata y así arreglar las salas. Yo creo que ahí hay un problema y eso tiene que ver con la dignidad de los alumnos.

Segundo, tiene que haber un esfuerzo mayor en levantar la calidad de los recursos para la educación en el colegio, y lo mismo en los otros colegios públicos de la zona, pero al mismo tiempo darles garantía y contar con los padres para tomar algunos de los alumnos. Yo creo que hemos llegado a un punto en el que si hay alumnos que están destruyendo y tirando bombas molotov, hay que sacarlo del colegio porque sino vas a podrir el colegio completo.

IMPASSE CON ISRAEL

-¿Siente que las reacciones generadas por la decisión del gobierno de posponer la presentación de cartas credenciales de embajador de Israel fueron exageradas?

Me explico la reacción del Presidente de la República, porque con un grupo de diputados ellos visitaron Israel, Palestina y los territorios ocupados, y constataron personalmente las violaciones a los derechos humanos, siendo en la práctica un apartheid hacia los palestinos.

Incluso, si uno vuelve atrás y escucha lo que dijeron cuando estuvieron allá, no sólo el Presidente como diputado sino que otro diputado que hoy es senador como Matías Walker y muchos otros, todos tuvieron la misma sensación de represión. De manera que hay que entender una lógica de un Presidente joven de manifestar un desagrado por la forma en que se trata, justamente el día que venía el embajador, la muerte de otro estudiante palestino y a pocas semanas de una periodista palestina que fue asesinada por soldados israelíes. Es razonable, yo no lo encuentro como una situación crítica.

¿Se pudo haber hecho mejor? Se pudo haber hecho mejor, pero lo que no hay que olvidar es que hay problemas de fondo con el trato y no es un problema religioso. Es problema de un gobierno israelí más bien de derecha que tiene una política de represión contra el pueblo palestino.

En ese sentido yo apoyo al gobierno y su discurso en las Naciones Unidas, creo que definió la política chilena de dos Estados de respeto a los derechos humanos, de respeto a la democracia, de fronteras seguras para Israel y de respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas que hasta ahora, que yo sepa, no han respetado ninguna. Hay cientos de resoluciones pidiéndole a Israel que actúe de otra manera.

DICHOS DE EMBAJADOR EN ESPAÑA

-Siguiendo en el tema de las relaciones exteriores, ¿es un error no forzado lo ocurrido con el embajador en España, Javier Velasco, a propósito de sus dichos sobre el estallido social?

Es más bien una cosa necia, porque si tú eres embajador de un gobierno cuyo Presidente quiere constituir una gran coalición, tú cuidas tu coalición. Este gobierno tiene una coalición primigenia muy minoritaria que no le da la espalda para hacer lo que tiene que hacer y son problemas grandes. Se necesita que el Socialismo Democrático contribuya a la solidez de un gobierno para que haga las cosas bien a favor de la ciudadanía como se ha prometido.

Hubo gente que dio su vida, que luchó por bajar la tasa de la pobreza, que luchó contra la desigualdad, que avanzó con lo que fue Chile Crece Contigo con los niños, con políticas de pensiones especiales, con políticas de Auge en salud, etc. Si tú ves que en todos los terrenos se hicieron esfuerzos, con restricciones constitucionales por una Constitución que venía marcada por una derecha y con la oposición de la derecha. Entonces, decir que hubo 24 años, por los que yo me siento responsable por haber participado, en los que se profundizaron las desigualdades es o ignorancia o falta de criterio.

Tenemos que pensar en el futuro y el futuro significa apoyar a un gobierno en una dirección que pueda mostrar resultados para la gente y eso supone que hay una coalición más sólida con un Socialismo Democrático que va a ayudar pero siempre que se corrijan las cosas a tiempo y que tengamos una mayoría para cambiar las cuestiones básicas que enfrentamos ahora.

PROCESO CONSTITUYENTE

-Hablando de mirar al futuro, ¿cómo siente que debiera seguir el proceso constituyente?

Yo veo las cosas de la siguiente manera: nosotros tenemos que imaginar un futuro mejor. Si tenemos una política económica como la que está manejando el gobierno con el ministro Mario Marcel y podemos tener en septiembre de 2023 un 7% de inflación respectiva al año, si podemos avanzar con una ministra como Carolina Tohá en materia de seguridad, bajando los casos de delincuencia y enfrentando con una policía reforzada y una nueva inteligencia al crimen organizado, si aprobamos el TPP11, que ocurrirá seguramente en noviembre y que nos puede dar un poco más de aliento para crecer, y si al mismo tiempo se logra un acuerdo para avanzar y a fines del año que viene tenemos una nueva Constitución aprobada por un 80%, estaremos en un escenario que te deja un próximo año más optimista y un mejor país.

Yo creo que eso es posible, avanzando además en el pacto fiscal en el tema de las pensiones. Hay otro cuadro. ¿Es posible eso? Cuando digo que hay que mirar al futuro yo creo que es posible. Ahora, eso supone una serie de cambios, un nuevo programa de gobierno tiene que revisarlo para avanzar en esa dirección, se debe fortalecer la coalición que tiene y ayudar a que haya acuerdos políticos en el Parlamento para una nueva elección de una convención. Yo soy partidario de una convención elegida que tenga legitimidad para que dure la Constitución.

-¿QUÉ OPINIÓN TIENE DE AMARILLOS POR CHILE?

Yo respeto a mucha gente que está ahí y que dieron muchos años de sus vidas por la Concertación y por la centro-izquierda, y que después se movieron a posturas del Rechazo. Fue una discusión muy compleja, yo estuve por el Apruebo para reformar pero hay otros que dijeron que rechazaban para reformar. El pueblo ya decidió y ahora tenemos que aunar fuerzas entre todos quienes quieren una nueva Constitución, o un cambio que recoja de la Constitución que fue rechazada, todos los derechos sociales que están planteados con solidez y básicamente la noción del Estado social y democrático de derecho, corrigiendo otras cosas.

Yo quisiera ver a los Amarillos reunidos con el Socialismo Democrático, con lo que queda de una Democracia Cristiana que quiera los cambios y otros sectores también de derecha, más abierta, una nueva derecha, que saquemos esa Constitución. Y que sea una Constitución que valga para el que gane. Si gana uno o el otro, tenemos una democracia, tenemos cambios social y una justicia social. Esa es mi aspiración y creo que es posible.

Junto con lo de los Amarillos yo creo que la pregunta es: ¿el Frente Amplio va a constituir un partido o va a seguir disperso? ¿Va a haber una nueva derecha o va a ser una derecha antigua? ¿Va a surgir la nueva derecha? Ojalá lo haga. ¿Será capaz el socialismo democrático de consolidarse en una fuerza mayor? Yo creo que todo nuestro sistema político está evolucionando pero en una dirección que no es polarización y eso es positivo.

GESTIÓN DEL GOBIERNO

-Usted mencionó que ahora “urge gobernar bien. Para lograrlo, el gobierno debe separar el proceso constitucional de su gestión y concentrarse en su labor más urgente”. ¿Cree que durante la campaña previo al plebiscito el gobierno se concentró efectivamente en un 100% en su labor que es gobernar?

Yo no creo que las deficiencias del gobernar de estos primeros seis meses deriven de que el gobierno se concentró en la Convención. No lo creo por una razón muy simple: ¿alguna persona sensata le podría pedir a este gobierno que no estuviera por la nueva Constitución? No, es natural. Y a nosotros, cuando estábamos en nuestros gobiernos de la Concertación, la derecha nos criticaba por lo mismo, nos decían que nos estábamos metiendo en las campañas, pero bueno, uno tiene una posición política, no puede prescindir, hay que regular.

Las fallas de la capacidad de gobernar no vinieron necesariamente de aquello, en parte, sino porque todavía el gobierno no había consolidado, ni creo que ha consolidado, la noción de buen gobierno que obtenga resultados y no sólo declaraciones, y gente con capacidad para hacerlo. El buen gobierno es fundamental para la democracia, no es una cuestión ideológica sino que es cuestión de capacidades.

Yo creo que el gobierno va a tener que reforzar más sus capacidades, tiene todavía muchas deficiencias en la capacidad de gobernar. Es por eso lo que dije, si esto queda en el Parlamento y hay acuerdo, el gobierno tiene que concentrarse que puede ser muy positivo y tener un 2023 bastante mejor considerando la inflación, seguridad, crecimiento y pacto fiscal con pensiones. Si esas cosas más salud las sacamos adelante, creo ver que de aquí a doce meses las cosas pueden estar bastante mejor que ahora.

SOCIALISMO DEMOCRÁTICO

-¿Cómo lograr una mayor cohesión y amplitud del Socialismo Democrático?

El Socialismo Democrático tiene que saber combinar algunos factores. Primero, representar a una social democracia que quiere cambios sociales en democracia y con el Estado de Derecho. Ese es el modelo para América Latina, no sólo para Chile a futuro. Hemos visto que gobiernos de derecha no resultan porque hacen explotar la sociedad con sus frenos, y gobiernos de izquierda más radical no logran nada porque son minoritarios, exacerban broncas y no resultan. Los mejores son los gobiernos de centro-izquierda, esa es mi lectura de lo que he visto en América Latina.

El Socialismo Democrático tiene que jugar un papel, pero ese papel significa que la gente que está en posiciones más a la izquierda sea razonable respecto a lo que se pueda hacer y el gobierno enderece, por ejemplo, el TPP11, el manejo de la política internacional o la seguridad. Tenemos que trabajar juntos. El Socialismo Democrático tiene que abrirse al centro, trabajar con otros sectores de centro para ser mayoría, especialmente en vista de la Constitución nueva. A eso me refiero, cada uno tiene que fortalecer su capacidad de gobernar, de coordinarse y colaborar con otros para sacar la Constitución y recoger estos problemas que yo te mencioné.

LECCIONES EN EL PROGRESISMO

-¿Qué lecciones deben sacar los sectores progresistas tras los resultados del Plebiscito?

Yo recorrí un tiempo largo desde Salvador Allende hasta acá. El camino mejor para Chile es un camino de Social Democracia o centro-izquierda que empuje reformas con mayoría electoral, con solidez de la coalición que soporte al gobierno para tener mayoría en el Parlamento, y con una sociedad que quiere cambios pero los quiere con orden público.

Si nosotros combinamos bien aquello, no demoramos los cambios como lo ha hecho la derecha y pretendemos atajos inmediatos con riesgo al orden público y la seguridad de la gente, las cosas no te van a caminar. Entonces, si la cultura chilena es de cambio con democracia y orden público, hay que trabajar en esa línea y buscar acuerdos en ese sentido.

EXPECTATIVAS EN TORNO AL TPP11

-Usted ha mencionado el TPP11. ¿Qué consecuencias podríamos tener si no se aprueba?

Cuando tú tienes un país que quieres desarrollar, debes sostener una estrategia a largo plazo, no puedes estar cambiando para acá y para allá. A fines del año ’90, cuando ya había terminado la dictadura, Chile inició un proceso de entendimiento para ampliar sus mercados y los resultados están a la vista, han sido bastante exitosos. ¿Es 100% exitoso? No. ¿Qué problemas tenemos? Nos falta en Chile una política industrial, de desarrollar ciencia y tecnología, proyectos nuevos, se están abriendo los campos del hidrógeno verde, los campos solares, los campos de la salación de agua, los campos de la astronomía y el procesamiento de datos, etc.

Eso tenemos que fortalecerlo, ¿pero lo logras si te aíslas y dejas de lado continuar la ampliación hacia el Pacífico, que es la zona del mundo que más va a crecer? Mi visión es que no, que lo que tenemos que hacer es nunca dejar de estar en esos acuerdos porque si te aíslas, al ser un país chico, no vas a tener ninguna influencia. Y ahí está Japón, Canadá, México, los países más avanzados de esas zonas.

Tenemos que estar ahí pero con una política industrial encima. Sumando y restando, el TPP11 nos ayuda en un momento de crisis económica global en donde el comercio internacional está poco menos que paralizado, no crece, y nosotros tenemos que ampliar mercados. Esa línea, que por lo demás se gestó en el gobierno de Michelle Bachelet con gran éxito, tiene que despejarse pronto.

BORIC EN LA ONU

-¿Cómo evalúa el paso del Presidente Gabriel Boric en la ONU?

Muy bien. Estados Unidos nos mira a nosotros como personas y países que no logran solidificar sus instituciones y miran además los movimientos sociales y de izquierda como poco capaces de gobernar porque tienen en la mente lo que pasa con Nicaragua, Venezuela o el ALBA-TCP que reunió a varios países, entonces dice: “esta gente no es confiable y no hace los cambios”.

Yo creo que hoy día, para los norteamericanos, Boric representa una nueva generación que defiende los derechos humanos, esté donde esté y lo dijo en su discurso, que defiende la democracia y que además plantea la necesidad de igualdad y justicia social con Estado de Derecho, con inversiones y con crecimiento.

Esa combinación hace sentido no sólo para los norteamericanos, que no genere conflictos ni nos limite las relaciones con China, que hay que evitar esa bipolaridad, y que abre camino a un entendimiento con Lula en Brasil pronto, con Petro en Colombia, con otras fuerzas de centro-izquierda o centro-derecha que tengan una postura similar para reunir a América Latina. La línea de Boric de buscar entendimiento con otros países para tener una sola voz, a mí me parece que ha sido un viaje importante, ha defendido también lo que ha sido la historia de Chile desde Allende en las Naciones Unidas.

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