Señor
Sebastián Piñera E.
Presidente de la República Presente.
Señor Presidente,
No dirigimos a usted los integrantes del Foro Permanente de Política Exterior para hacerle presente nuestra propuesta para enfrentar la grave crisis que vive Venezuela con todas las negativas consecuencias que ésta tiene para nuestra región.
- América Latina es la única gran región del mundo que en los últimos decenios ha estado libre de guerras entre sus países. El Acuerdo de Paz entre el Gobierno de Colombia y las FARC conseguido en 2016 puso fin al último conflicto armado interno que se prolongó por más de cincuenta años. Por su parte, mediante el Tratado de Tlatelolco que entró en vigencia en 1969, todos los Estados de la región se comprometieron progresivamente a renunciar a la fabricación y uso de armas nucleares, eliminando la devastadora amenaza de la guerra atómica, que todavía persiste en vastas áreas del planeta. Haber constituido una Zona de Paz en una región con una superficie de más de 22 millones de km2 y una población que ya supera los 630 millones de habitantes constituye uno de los logros más significativos de la diplomacia y la política internacional de todos nuestros Estados.
- Simultáneamente desde mediados de la década de los ochenta hemos vivido un vigoroso proceso de recuperación democrática en Sudamérica, luego de la ola de dictaduras que la asoló -en Brasil, Argentina, Uruguay y Chile principalmente- y que significaron un severo retroceso civilizatorio.
- Estas dos conquistas históricas, la Paz y la Democracia, se encuentran hoy bajo severas amenazas. En Venezuela no existe un Estado de Derecho y la dictadura madurista ha precipitado una crisis generalizada que afecta al conjunto de la región y la compromete a colaborar para que el pueblo venezolano recupere la democracia por medios pacíficos y negociados.
La paz está severamente amenazada por las reiteradas manifestaciones de la Administración Trump de que para enfrentar este conflicto “todas las opciones están sobre la mesa”. En la práctica eso significa que el Presidente de los Estados Unidos nos está diciendo que una intervención militar es hoy una opción válida en las relaciones hemisféricas. Se trata de un retroceso histórico y de un serio agravio a la región. A pesar de la clara posición del Grupo de Lima, del Grupo de Contacto y otras instancias contrarias a toda solución por vías no diplomáticas de la crisis venezolana, el Gobierno de los EEUU no ha variado un ápice esta posición. La presencia, aunque sea simbólica, de fuerzas militares rusas en Venezuela no hace sino agravar la situación. - Chile, a través de una diplomacia más que centenaria, ha contribuido activamente al fortalecimiento de la paz, la democracia y la convergencia regional en América Latina. Hoy día se hace indispensable generar un amplio movimiento para preservarlas y rechazar enfáticamente cualquier intento de intervención militar en Venezuela o en cualquiera de nuestros países.
Lo instamos a encabezar este esfuerzo diplomático y político, para lo cual comprometemos desde ya nuestra colaboración. Proponemos concretamente que Chile promueva la suscripción de un acuerdo formal de todos los países de la región para reiterar que el uso de la fuerza y todo intento de intervención militar externa para resolver crisis políticas internas es inaceptable. Ello se debe reflejar en una resolución de la OEA y de Naciones Unidas que establezca el más amplio testimonio histórico de esta posición regional. La región está dividida respecto a la mejor manera de abordar el conflicto venezolano, pero por dignidad latinoamericana no podemos dejar de actuar unidos para condenar una eventual aventura militar en ese país. Un acuerdo en este sentido podría contribuir a que la región encuentre los caminos de la unidad para apoyar en conjunto al pueblo venezolano en la búsqueda de una salida política, pacífica y democrática a la crisis actual. - En lo inmediato lo instamos para que mediante su iniciativa los grupos de Lima y de Contacto lleven a cabo una acción inmediata ante el Secretario General de la ONU, pidiendo la constitución de un equipo de mediación internacional que visite Venezuela y devuelva a los venezolanos la capacidad de negociación sin intervención de las grandes potencias.
Asimismo creemos conveniente que Chile aumente su ayuda humanitaria al pueblo venezolano por canales oficiales como la Cruz Roja, incluyendo una misión de médicos y hospitales de campaña. - En el marco de la política exterior de Chile, esta iniciativa quedaría para la historia como lo fue el rechazo del Presidente Alessandri a la exclusión de Cuba de la OEA y la firme actitud del Presidente Lagos en oposición a la invasión de Irak por parte de Estados Unidos.
Esta gestión internacional de Chile debiera ser respaldada por una declaración en el Congreso Nacional suscrita por todas las fuerzas políticas que lo componen para así desarrollar una política de amplio respaldo nacional para la resolución de la grave crisis de Venezuela.