La mujer chilena se movilizó por Gabriel Boric en la segunda vuelta de las presidenciales. Los primeros estudios le atribuyen a ellas, especialmente a las jóvenes, el que el izquierdista se haya hecho con el triunfo. El presidente electo, consciente, lo destacó en su primer discurso la histórica noche electoral: “Gracias a las mujeres de la patria, que se organizaron en todo Chile para defender los derechos que tanto les ha costado alcanzar”. El próximo mandatario no ha revelado detalles sobre quiénes integrarán su próximo gabinete a partir de marzo de 2022, pero sí se ha comprometido a que será paritario. Se avecina un “gobierno feminista” que, según las promesas de campaña, impulsarán las principales luchas del movimiento, como el derecho al aborto libre, seguro y gratuito.
Las elecciones presidenciales del pasado domingo marcaron un hito por tener la mayor participación desde que se instaló el voto voluntario en 2012 (8,3 millones; 55% del padrón electoral). Más hombres y más mujeres acudieron a las urnas, pero el sufragio femenino fue más alto. El apoyo al candidato de Apruebo Dignidad fue mayor que al derechista José Antonio Kast en todos los grupos etarios menores de 70 años, particularmente las menores de 50, según un estudio de la plataforma electoral Decide Chile. Entre las menores de 30 años, que aumentaron su participación en 10 puntos respecto a la primera vuelta, la diferencia entre los candidatos casi llegó a 70-30 a favor del mandatario electo. “Este grupo es uno de los bastiones indiscutidos de la ventaja del frenteamplista ante el republicano”, apunta el informe.
Una figura clave en la cúpula de Boric durante la campaña de la segunda vuelta fue Izkia Siches, de 35 años, la primera mujer en encabezar la asociación gremial del Colegio Médico. La médica logró gran popularidad en su rol durante la pandemia, y renunció a este para apoyar en terreno al izquierdista. Muchos analistas le atribuyen a su maratónica visita a lugares del norte el que la zona haya disparado su respaldo a Boric respecto a la primera vuelta. Es una de las cartas para encabezar el ministerio de Salud.
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”, fue una de las insignias de la campaña de Boric. Este discurso feminista chocó de frente con el de Kast, especialmente en la primera vuelta, cuando proponía derogar la ley de aborto en tres causales ahora vigente (vida en peligro de la madre, inviabilidad fetal y violación) y la eliminación del Ministerio de la Mujer. El ultraconservador prescindió de estas dos medidas de cara al balotaje. Boric recordó en su discurso las conquistas del movimiento feminista, como el derecho al voto y a decidir sobre sus cuerpos. “Desde el derecho a la no discriminación por el tipo de familia que hayan decido formar hasta el reconocimiento por las tareas de cuidado que hoy realizan. Cuenten con nosotros. Ustedes serán protagonistas de nuestro Gobierno”, dijo, y provocó el aplauso de las decenas de miles de seguidores.
Una de las promesas principales de Boric es la creación de 500.000 nuevos empleos femeninos en los cuatro años de Gobierno para recuperar los niveles de empleo previos a la pandemia. También plantea establecer un Sistema Nacional de Cuidados que tenga como pilares la corresponsabilidad social de los cuidados, la participación de la comunidad en su gobernanza, la universalidad, cuidado comunitario y gestión de datos (personas dependientes, personas cuidadoras, redes de cuidados, profesionales, entre otras). Las mujeres en Chile dedican al día más del doble del tiempo que los hombres al trabajo doméstico y de cuidado no remunerado (5,89 horas, frente a 2,74, según la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo).
El plan de Gobierno incluye la creación de un proyecto de ley para un modelo de “Educación Sexual Integral, inclusiva y no sexista” y una ley Integral de violencia de género que cuente con las herramientas jurídicas para la “erradicación, investigación, sanción y reparación de la violencia” y fortalecer el Ministerio de la Mujer y Género.
Contenido Publicado en El País