El Presidente electo se reunirá este viernes en Cerro Castillo con su homólogo boliviano, Luis Arce, luego de haber dicho en diciembre que espera retomar las relaciones diplomáticas con ese país. Boric apuesta a fortalecer la relación con La Paz, tal como intentó hacer Bachelet con Evo Morales en 2006, a partir de una reunión que sostuvieron en Viena, pero encapsulando la agenda marítima, el conflicto por el Río Silala y abriendo un conducto diplomático para enfrentar el ingreso de migrantes a través de Bolivia.
Qué observar. La agenda tuvo que cambiarse. La reunión iba a realizarse originalmente la noche de este jueves, pero, por problemas de último momento, el Presidente electo Gabriel Boric se reunirá por primera vez con su homólogo boliviano Luis Arce la tarde de este sábado, tras la ceremonia de cambio de mando.
- El encuentro se realizará en Cerro Castillo, entre el almuerzo que tendrá Boric con los Jefes de Estado y de Gobierno, agendado entre las 14.15 y 15.30, y la fotografía que todos se tomarán en los jardines del Palacio Presidencial, a las 15.35.
Las primeras señales. El 19 de diciembre, Kast informó a las 19:19 horas que se había comunicado con Boric para reconocer su triunfo. A las 20.02, el Presidente de Bolivia escribió un mensaje a través de redes sociales. “Saludamos el triunfo electoral de Gabriel Boric, que es el triunfo del pueblo chileno. La democracia latinoamericana se fortalece con base en la unidad, el respeto y, sobre todo, la voluntad de nuestros pueblos”.
- Boric y Arce sostendrían su primera conversación telefónica el 30 de diciembre, en la que coincidieron en la necesidad de de profundizar la agenda bilateral, congelada tras el diferendo marítimo en La Haya. “Trabajaremos firme por fortalecer la relación con este pueblo hermano”, indicaría después el Presidente electo. Su par boliviano difundió imágenes de la conversación con una foto de Allende, la canción El Pueblo Unido como telón de fondo y un mensaje en aymará escrito en la pantalla.
- “Y dentro del concierto latinoamericano, ¿se reconoce en alguno de los gobernantes de izquierda?”, le preguntaron a Boric al mes siguiente en una entrevista con la BBC. Y respondió: “Me da mucha esperanza y espero tener un trabajo codo a codo con Lucho Arce en Bolivia, si Lula gana las elecciones en Brasil con Lula, la experiencia de Gustavo Petro si se consolida en Colombia. Creo que ahí se puede armar un eje tremendamente interesante”. “Yo puedo decir que tengo una cercanía ideológica con García Linera”, añadió, aludiendo al ex vicepresidente y cerebro detrás del gobierno de Evo Morales.
Retomar la alianza de Bachelet. El Presidente electo ha transmitido a sus cercanos su interés por relanzar la relación con Bolivia, tal como intentó hacer Bachelet con Evo Morales en 2006, a partir de una reunión que sostuvieron en Viena, pero que se interrumpió por la aspiración marítima boliviana y la posterior demanda ante La Haya, que perdió La Paz en 2018. Las relaciones nunca mejoraron y quedó abierto el diferendo por el río Silala.
- El Presidente electo, dicen en Apruebo Dignidad, busca encapsular la agenda marítima y el diferendo por el Río Silala, cuyos alegatos orales ante la La Haya se sucederán el primer semestre de 2022, para pasar a una alianza de cooperación en materia política y económica. Incluso, algunos diplomáticos ya hablan de una apuesta por agregar valor a la cadena del litio, donde ambos países -junto a Argentina- pueden perfilar la creciente demanda de este insumo para la producción de baterías de ion de litio recargable, pieza clave para el funcionamiento de los vehículos eléctricos. Pero en el Altiplano, de acuerdo a América Economía, aún no logran extraer sus reservas, las mayores del mundo (21 millones de toneladas).
- Boric ha dado otras señales robustas del vuelco que quiere dar a la relación. El 9 de diciembre, en plena campaña de segunda vuelta, afirmó: “Espero que podamos tener una excelente relación con Luis Arce y retomar las relaciones diplomáticas con un país hermano que es Bolivia, con embajada y ahí va depender de la voluntad de la otra parte, pero espero poder avanzar hacia allá”.
- El contexto regional en el que se moverá el Presidente electo no será fácil. Con el gobierno de Alberto Fernández sigue abierto el el conflicto por la plataforma continental, en el extremo sur del país; la debilidad de Pedro Castillo en Perú hace incierto cualquier tipo de acercamiento; Bolsonaro optó por no viajar al cambio de mando por sus diferencias ideológicas con Boric; y en el caso de Venezuela, según dijo a BBC, “es una experiencia que más bien ha fracasado”.
Crisis migratoria. El relanzar la relación bilateral supone también avanzar en la resolución de la crisis migratoria, marcada por el masivo ingreso de extranjeros por pasos ilegales desde Bolivia. La encuesta Criteria de febrero establece que la tercera prioridad de los consultados apunta a establecer una política más restrictiva respecto de la inmigración. Y todo apunta a que Boric renovará el Estado de Excepción que decretó Piñera en la zona norte.
- Apenas regresó de vacaciones, la futura ministra Izkia Siches fijó como prioridad el elaborar un plan para la macrozona norte, que espera anunciar apenas Boric llegue a La Moneda. El 25 de febrero, Siches se reunió con gobernadores y alcaldes, donde, al presentar su plan para enfrentar la crisis migratoria, abordó la vía diplomática. “Habrá una coordinación de la Cancillería con Bolivia y Perú, los países que han servido de tránsito a migrantes venezolanos, para que e Chile pueda coordinar acciones de distribución o de cuotas de responsabilidad”, explica el alcalde de Colchane, Javier García Choque.
- Los consultados por Ex-Ante estiman que es altamente probable que aborden este tema en Cerro Castillo o que, al menos, marcar un punto de partida.
El conducto diplomático. En Apruebo Dignidad ha trascendido que el futuro gobierno de Boric apostará por consolidar parte del trabajo que realizó el ex canciller Andrés Allamand con Bolivia.
- Allamand se contactó en febrero con su homólogo boliviano, Rogelio Mayta. Y las conversaciones apuntaron a conformar un grupo de trabajo binacional, el que ya se está constituido, para coordinar acciones diplomáticas y policiales para prevenir el ingreso de inmigrantes a Chile por la frontera.
- El diálogo quedó abierto, pese a las dificultades de carácter técnico o incluso de falta de personal en el gobierno de Luis Arce, marcado entre otras cosas por la crisis del Covid-19.
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