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Manifiesto: En la relación de Chile con el mundo, Gabriel Boric es el mejor

1. Quienes suscribimos este Manifiesto, miembros del Foro Permanente de Política Exterior, lo hacemos pensando en las realidades que nos plantea el siglo XXI para la inserción internacional de Chile. Somos personas a quienes el desarrollo sostenible, los derechos de la naturaleza y la integridad de la Tierra, la igualdad de género, la economía circular, la interacción de las culturas, el respeto al derecho internacional y la profundización de la democracia, los derechos humanos y la dignidad de las personas, les son principios esenciales. Creemos que el mundo busca nuevos derroteros de justicia, cooperación y convivencia. No queremos la vigencia de un ultranacionalismo cuya historia ya conocemos y un conservadurismo extremo que hace retroceder el devenir de Chile. Por eso, con la mirada puesta en el futuro, y el aporte de las nuevas generaciones para guiar nuestra inserción en la realidad internacional, declaramos que lo mejor para Chile es elegir a Gabriel Boric Presidente.

2. Tras los años de aislamiento político de la dictadura, los gobiernos democráticos trabajaron con persistencia y apertura a toda la diversidad del planeta, para convertir a Chile en un actor respetable. La imagen se reconstruyó con seriedad, con aporte de ideas y propuestas, con comprensión de las nuevas tendencias globales, con el fortalecimiento de la institucionalidad democrática y el afán de colocar la dignidad de la persona humana en el centro del desarrollo. Y hoy toca concordar una gran estrategia nacional de inserción internacional de Chile.

3. Sin embargo, todo eso lo sentimos ante el peligro de un profundo retroceso, lo que lleva a una pregunta esencial: ¿con quién cabe estar ahora? ¿Con aquel que defiende la herencia pinochetista y promete nacionalismos al estilo Trump o Bolsonaro, en la misma ruta de los gobiernos extremistas de derecha de Hungría y Polonia? ¿O la opción de Gabriel Boric, quien desde su energía joven emerge con la fuerza de una generación con mirada amplia para abrir espacio a un nuevo Chile en el devenir del mundo? La ciudadanía sin anteojeras tiene clara la respuesta.

4. Chile es parte de América Latina y en especial de América del Sur. Por eso duele la fragmentación y la falta de cooperación a la cual se ha llegado entre los países de la región. Están congelados tantos grandes proyectos de tareas compartidas, mientras la migración muestra un dramatismo entre nuestros países nunca antes conocido. Pero no es construyendo zanjas como cabe convivir con los vecinos. La propuesta de las nuevas generaciones, de las que Gabriel Boric es parte, nos habla de construir otras formas de diálogo regional. Se trata de pensar en la economía verde, de limitar y eliminar las plantas de carbón. De rescatar y defender las aguas y todos los recursos hídricos, de descontaminar el mar, de coordinar los desarrollos energéticos, de contener la deforestación, de articular los recursos digitales, de generar nuevos sistemas de educación para niñas, niños y adolescentes, de impulsar el trabajo decente, de respaldar nuestras empresas innovadoras en su proyección al mundo, de defender los océanos y la biodiversidad, de cooperar para enfrentar las pandemias y sus consecuencias. En suma, de un diálogo regional propio del siglo XXI.

5. Con convicción profunda, Chile debe ser parte y afianzar el sistema multilateral y promover la multipolaridad. Ello nos protege en un mundo de nuevas fuerzas y confrontaciones entre potencias. Sabemos del daño ya hecho a la imagen de Chile por el actual gobierno, al negarse a suscribir  el Acuerdo de Escazú sobre Asuntos Ambientales en América Latina, y el Pacto Mundial sobre una Migración Segura, Ordenada y Regular, conocido como el Pacto de Marrakech. Y en esa misma línea, produce estupor escuchar al otro candidato plantear, desde una ceguera contraria al interés de Chile, el cierre de las instituciones pertenecientes a Naciones Unidas en nuestro país, y de centros de estudios y reflexión académica. No podemos seguir esa senda. La dramática realidad que vive el mundo nos llama a fortalecer nuestra presencia en los organismos internacionales, no a renunciar a Naciones Unidas.

6. No cabe aceptar como discurso sobre la mujer y la paridad de género lo planteado desde el entorno del candidato de la derecha y el extremismo conservador. Mientras en Chile y el mundo, las mujeres luchan por conquistar espacios de autonomía y libertad y hacemos historia con la primera Convención Constitucional fundada en la paridad, algunos amenazan con eliminar los derechos conquistados por las mujeres y promueven una sociedad regresiva, intolerante con la diversidad y contraria a los compromisos internacionales a los que Chile adhiere en esta materia. Por eso, no caben dos miradas en este tema: Gabriel Boric nos muestra el camino para seguir avanzando hacia una sociedad libre de violencia contra la mujer, de valoración a la economía del cuidado y en el hogar, donde las niñas y adolescentes puedan cumplir sus metas y, en suma, la igualdad de género esté presente en todas las instituciones del Estado y la sociedad.

7. Mirar hacia el futuro va a la par con la búsqueda de un Estado de derecho, social y democrático, un Estado que responda a las justas demandas de bienestar y participación de toda su población, consagrado en los conceptos que hoy trabaja la Convención Constitucional. En esa tarea el otro candidato no está, él fue un activista por el Rechazo y ya anuncia que esa misma actitud tendrá si la Constitución no le gusta. En cambio, Gabriel Boric tiene fuerte legitimidad para gobernar a Chile porque supo actuar cuando correspondía abrir camino a esa instancia, allí donde por primera vez la diversidad del país se convocó a redactar su Carta Fundamental. El futuro Presidente tendrá la responsabilidad de consultar al pueblo y, tras su decisión, poner en vigencia esa nueva Constitución desde la cual Chile se validará ante sí mismo y ante el mundo.

8. Lo que estamos viviendo en Chile no es sólo un proceso de fortalecimiento de nuestra democracia, es también un aporte al debate hoy vigente en muchos países sobre los cambios necesarios en las relaciones entre ciudadanía, Estado y poder. Ese es el sentido común que predomina en el mundo, es la tendencia de la historia. Por eso, desde muchos lugares del planeta nos observan. Nuestra respuesta debe ser fuerte y clara: para el futuro de las relaciones de Chile con el mundo, Gabriel Boric es mejor.

Santiago de Chile, 6 de diciembre de 2021

Firmantes  

Maite Albagly  
Isabel Allende  
Carlos Appelgren  
Eduardo Arenas  
Fernando Ayala  
Cristián Barros  
Sergio Bitar  
María Teresa Chadwick  
Marcelo Contreras  
Marcia Covarrubias  
Francisco Cruz  
Anita De Aguirre  
Tomás De Rementería  
Adriana Delpiano  
Rolando Drago  
Paulina Elissetche  
Jaime Ensignia  
Patricia Esquenazi  
Mariano Fernández  
Alejandra Figueroa  
Carlos Figueroa  
Pamela Figueroa  
Carlos Fortín  
Alicia Frohmann  
Claudia Fuentes  
Cristián Fuentes  
Carlos Furche  
Alicia Galdames  
César Gatica  
Stephany Griffith-Jones  
Jorge Heine  
Carmen Hertz  
Manuel Hinojosa  
José Miguel Insulza  
Constanza Jorquera  
Marta Lagos  
Ricardo Lagos W.  
Juan Pablo Letelier  
Juan Pablo Lira   
Dorotea López  
Mikhael Marzuqa  
Luis Maira  
Marta Maurás  
Carlos Eduardo Mena   
Guillermo Miranda  
Vlado Mirosevic  
Carlos Monge  
Ricardo Montero  
Pedro Mujica  
Alexandra Núñez  
Carlos Ominami  
Carlos Parker  
Felipe Ramírez  
Pedro Felipe Ramírez  
Andrés Rebolledo  
Fernando Reyes Matta  
Edgardo Riveros  
Marcos Robledo  
Lorena Rodríguez  
Osvaldo Rosales  
María Inés Ruz  
Daniela Sepúlveda  
Elena Serrano  
Juan Somavía  
Giorgio Solimano  
Pía Suárez  
Carolina Tohá  
Cecilia Valdés  
Juan Gabriel Valdés  
Alberto Van Klaveren  
Augusto Varas  
Pablo Vidal  
Soledad Weinstein  
Boris Yopo  
Marcel Young  

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