Fieles a nuestra misión de acompañar al Pueblo de Dios, de iluminar a los hombres y mujeres de buena voluntad y de ser solidarios con todos nuestros compatriotas, especialmente con los que sufren, nosotros, los obispos católicos de Haití, consideramos imprescindible Fijar la posición de la Iglesia en la situación actual del país, una situación de extrema angustia: siguiendo a Cristo, la Iglesia está siempre del lado de la ley, la verdad, la justicia y el respeto a la vida y la dignidad humana. Ésta es nuestra posición firme e inalterable, sean cuales sean las circunstancias.