Publicado en: United Nations
El Golpe de Estado de 1973 fue un silencio institucional que rompió los lazos de convivencia y marcó a generaciones de chilenos y chilenas, pero también inspiró a muchos a luchar por la justicia y la libertad.
Hoy, rendimos homenaje a las víctimas de ese período oscuro ya todas las personas que han trabajado incansablemente para sanar heridas y construir una sociedad más inclusiva y justa.
El Golpe y la muerte de Salvador Allende, siete meses antes de la Revolución de los Claveles, me conmovieron profundamente, al igual que las historias de chilenos perseguidos que conocí como refugiados.
Este aniversario coincide con los 75 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La Declaración nos debe servir de guía para escuchar a todas las víctimas y sus seres cercanos, reconocer su dolor, y contribuir a su derecho a la verdad, a la justicia, a la reparación ya la no repetición.
El anuncio del plan de búsqueda de personas desaparecidas refleja la necesidad de continuar fortaleciendo la memoria histórica, como forma para unir a la sociedad y enfrentar tareas pendientes y problemas comunes con una mirada de futuro.
La sólida democracia chilena de hoy nos permite tener la esperanza de que la humanidad, unida en su diversidad, puede resolver cualquier desafío global.
En este aniversario, celebramos el compromiso chileno con la democracia y los derechos humanos y reafirmamos nuestra dedicación para construir un mundo más justo, solidario y pacífico.