La Administración de Joe Biden toma distancia de las denuncias de fraude presentadas por la candidata de la derecha y pide esperar los resultados “de acuerdo a la ley peruana”
La Administración de Estados Unidos propinó este martes un revés a la candidata Keiko Fujimori al felicitar a Perú por haber llevado a cabo unas elecciones que consideró “modelo de democracia en la región”, haciendo así caso omiso de las denuncias de irregularidades presentadas por el partido de la candidata, Fuerza Popular, que ha intentado que se declaren nulos los comicios. En un comunicado, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, calificó también estas elecciones de “libres, justas, accesibles y pacíficas” y respaldó que las autoridades se tomen el tiempo necesario para “publicar los resultados de acuerdo con la ley peruana”.
Las elecciones presidenciales peruanas, celebradas el pasado 6 de junio, se saldaron con la ajustada victoria del candidato izquierdista Pedro Castillo, quien, según el conteo oficial, obtuvo tan solo 40.000 votos más que Fujimori. La candidata derechista asegura que ha habido un fraude de suficiente entidad como para alterar el resultado y ha pedido la anulación de hasta 200.000 papeletas de las zonas más pobres del país, precisamente donde Castillo -contrario al aborto y al matrimonio homosexual, al igual que su rival- ha arrasado. El proceso de revisión de este escrutinio se ha adentrado ya en la fase final y no caben nuevas apelaciones, aunque puede alargarse hasta dos semanas más.
El portavoz Ned Price destaca en el comunicado de este martes, en nombre del Gobierno de Estados Unidos, la “profunda amistad entre los dos países” y expresa su deseo de “continuar con esta colaboración” con el “candidato elegido debidamente por el pueblo peruano, tal y como confirmen las autoridades electorales”. Estados Unidos, en resumen, se adherirá a lo que determinen las autoridades citadas.
En una entrevista con EL PAÍS, la candidata de la derecha peruana, de 46 años, también aseguró que respetará el veredicto del tribunal electoral. Keiko Fujimori, primogénita del expresidente Alberto Fujimori, ha concurrido a los comicios acusada de lavado de activos (blanqueo de dinero) y organización criminal en el caso Odebrecht, presuntos delitos por los que se encuentra en libertad vigilada. La Organización de Estados Americanos (OEA), por su parte, descartó “graves irregularidades” en las elecciones.
El tribunal electoral resuelve estos días las anulaciones de votos solicitadas por Fujimori. La previsión es que el trámite se demore unos 15 días. En ese momento se decretará un ganador. Todo parece indicar que será Pedro Castillo Terrones, un profesor rural casi desconocido a principios de año, cuando inició su andadura por los pueblos de Perú en busca del voto. Su probable victoria es una auténtica sorpresa. En la segunda vuelta, cuando quedaron cara a cara Castillo y Fujimori, la élite política y económica apoyó sin ambages a la candidata.
La espera se vive con tensión. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) expresó este martes su preocupación ante las denuncias de episodios de acoso contra autoridades electorales y personas que participan en la vida pública en Perú. Los seguidores de Fujimori se han concentrado frente a las viviendas de los máximos responsables del órgano electoral. Los periodistas que cuentan con rigor el proceso electoral reciben insultos y amenazas. La Comisión ha pedido al Estado que investigue y sancione este hostigamiento que se lleva a cabo desde que se celebraron las elecciones.
Ni Castillo ni Fujimori se han pronunciado sobre el comunicado de EE UU. El profesor apenas se ha dejado ver desde el recuento. No da entrevistas ni ruedas de prensa. Permanece bunkerizado en la sede de su partido en Lima, manteniendo reuniones con su gente de confianza. Alguien de ese círculo dice que, aunque no lo ha expresado en público, Castillo ha recibido con entusiasmo la opinión del Departamento de Estado. Ese pronunciamiento echa por tierra las teorías de la conspiración del fujimorismo. ”Es un país muy influyente, su respaldo es importante, claro”, cuenta por teléfono el asesor.
Contenido publicado en El País