La confrontación entre las dos superpotencias globales va a continuar, considerando el creciente sentimiento antichino entre los estadounidenses. Así lo asegura la economista Barbara Stallings, ex directora de la división de desarrollo económico en CEPAL y académica de universidades en ambos lados del conflicto, quien participó en un encuentro webinar organizado por el Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile y el Foro Permanente de Política Exterior.
Si bien considera difícil que Donald Trump retroceda en el acuerdo de fase 1 que se firmó en enero de este año, se muestra preocupada por el tono de la campaña presidencial. Desde su punto de vista la disputa se puede agravar si ambos candidatos comienzan a intercambiar acusaciones sobre ser prochino.
¿Qué tan seria le parece la confrontación actual entre China y Estados Unidos?
-Creo que es una situación bastante grave. No sabemos cómo vamos a salir de esto, porque hay un sentido común antichino muy fuerte en la población estadounidense. No es solamente el señor Donald Trump el responsable de todo esto, porque los dos partidos, el demócrata y el republicano, dicen que quieren cambiar las relaciones con China.
Aunque con Joe Biden podría cambiar el estilo, está el riesgo de que la campaña presidencial avance de manera en que ambos candidatos se enfrentan señalando que uno es más prochina que el otro. Si es así la cosa puede avanzar por mal camino.
¿Hay riesgos de que se caiga el acuerdo comercial de fase 1?
-Cuando firmaron, China tenía la intención de cumplir, pero después de la pandemia no sé si pueden cumplir. Puede que simplemente no necesiten. Tampoco está claro lo que están pensando en Washington. Ellos dicen que por supuesto que China va a cumplir, pero quién sabe lo que realmente están pensando.
Sin embargo, mi hipótesis es que Trump quiere contar entre sus triunfos el acuerdo con China, así que difícilmente retrocederá. Quiere decirle a sus votantes que él consiguió el acuerdo por el cual los chinos van a comprar más. Lo quiere sumar como uno de sus éxitos en política exterior y no armar un gran lío si los chinos están diciendo que van a cumplir.
¿Cree que haya margen para renegociar los términos del pacto?
-Especialmente con este presidente no se sabe nada, porque el mismo cambia sus ideas incluso varias veces por día y al parecer en este minuto está muy desesperado por las encuestas, por lo que puede ser aún más volátil de lo normal.
Uno podría pensar que con un presidente más o menos normal podría haber algún acuerdo, atendiendo los problemas económicos serios que se enfrentan alrededor de todo el mundo, por ejemplo, extendiendo el plazo para cumplir con las compras de dos a tres años. Algún arreglo sensato y pragmático. Pero con este presidente nunca se sabe.
¿Van a mutar las relaciones económicas entre China y Estados Unidos como consecuencia de la pandemia?
-El coronavirus no va a implicar un cambio en particular, sino que va a acelerar los cambios que ya estaban en curso. ¿Qué quiere decir esto en términos de la relación económica entre China y Estados Unidos? Yo creo que en algunos casos, especialmente en términos de medicina, se va a tratar de traer las cadenas de producción a Estados Unidos o al menos más cerca, a América del Norte. Pero la idea de desacoplamiento no creo que sea posible. Es una fantasía pensar que China y EEUU realmente pueden separar todo.
¿La interdependencia entre ambas naciones podría frenar el conflicto?
-Sí. La interdependencia entre ambos países es clara, pero eso podría llegar a terminar, por ejemplo, si China puede independizarse tecnológicamente y no necesite tanto de lo que puede proveer Estados Unidos. Sin embargo, los estadounidenses siempre va a seguir necesitando del mercado chino porque es muy grande.
Hay muchos sectores para los cuales el mercado chino es lo más importante, como el caso de Apple que vende un número gigantesco de iPhone allá. Incluso a algunas compañías que ahora están fuera de ese mercado, como Google o Facebook, les gustaría mucho entrar, tanto por su 1300 millones de habitantes como por el hecho de que estén adquiriendo mayor poder de compra.
¿Cómo ve a América Latina en medio de este conflicto?
-Al país que elija entre uno u otro le va a ir muy mal. Hay que tratar de buscar una forma de mantener un equilibrio y al mismo tiempo buscar otros socios. Hay que retomar las relaciones fuertes que se tuvo con Europa y mirar hacia más allá de China. Debo aumentar la diversificación de sus mercados y definir una estrategia respecto a que se quiere con cada socio comercial. Por ejemplo, actualmente casi el 70% de todas las exportaciones de América Latina hacia China son de cuatro productos: soja, cobre, petróleo y hierro, mientras que ustedes le comprando bienes industriales, provocando problemas para la industria local, ese tipo de cosas se deben reflexionar.
Contenido publicado en: La Tercera