Berenice Quezada, de 27 años, fue detenida horas después de que un grupo de ciudadanos solicitara inhabilitar su candidatura por supuesta apología del delito e incitación al odio.
Diversos sectores de la oposición repudiaron este miércoles el arresto domiciliario y la inhabilitación de la candidata a vicepresidenta de Nicaragua, Berenice Quezada, por la Alianza Ciudadanos por la Libertad (CxL), a tres meses de las elecciones generales.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, aliada de CxL, exigió la «inmediata liberación y el respeto a la integridad física» de Quezada, de 27 años, quien desde anoche está bajo régimen de casa por cárcel, según denunció el bloque opositor.
Las autoridades nicaragüenses no han confirmado ni negado el arresto de la candidata de la Alianza CxL.
Quezada, quien fuera Miss Nicaragua en 2017, fue detenida horas después de que un grupo de ciudadanos que se identificaron como «víctimas y familiares del terrorismo golpista de 2018» solicitó inhabilitar su candidatura por supuesta apología del delito e incitación al odio, ante la gubernamental Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH).
La joven dijo a los periodistas que quiere que «Nicaragua sea libre», abogó por los denominados «presos políticos» y llamó a los nicaragüenses a votar y salir a las calles como en abril de 2018 -una revuelta popular que el Ejecutivo califica como un intento de golpe de Estado-, para demostrar que en Nicaragua no quieren «más dictaduras», en alusión al Gobierno de Ortega.
Recibe apoyo y repudian persecución «Independientemente de su participación ‘consciente o no’ en un proceso electoral fraudulento, repudiamos la persecución del régimen Ortega Murillo contra Berenice Quezada, exigimos el respeto a todos sus derechos humanos y su inmediata libertad», señaló el no gubernamental Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh). Quezada también recibió el apoyo de los movimientos disidentes Unidad Nacional Azul y Blanco, así como de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), antiguo Movimiento Renovador Sandinista (MRS), a los que CxL rechazó para enfrentar a Ortega como una sola fuerza opositora.
«Exigimos se respete su integridad física», declaró la Unidad Nacional en Twitter, en la que horas después agregó: «¿Creen que van a detenernos? Esta es una lucha en la que participan miles de autoconvocados que a diario dentro y fuera de Nicaragua denuncian y demandan presión contra la dictadura».
Por su parte Unamos calificó el arresto de Quezada como «otro acto represivo de la dictadura de los Ortega Murillo». El opositor Partido Conservador, al que el Consejo Supremo Electoral canceló su personalidad jurídica, rechazó «la detención de Berenice Quezada», y exigió «su liberación y respeto a su integridad».
Sesión de emergencia y búsqueda de colaboradores Tras denunciar la detención de su candidata, CxL informó a los periodistas que el partido «se encuentra en sesión de emergencia y en consulta interna, para darles a conocer la decisión que tomará esta organización política en torno a los hechos de último momento». De manera simultánea, CxL compartió un cartel en sus redes sociales para captar colaboradores voluntarios, para que formen parte de su «red de apoyo logístico».
El partido dijo requerir a «ciudadanos que colaboren con sus vehículos» para garantizar el transporte de miembros y encomiendas del partido, personas que preparen, empaquen y distribuyan alimentos para las estructuras partidarias, y otras que «garanticen la seguridad» de las redes de CxL.
Con Quezada son 32 los líderes y dirigentes políticos opositores o profesionales independientes que han sido capturados en la ola de arrestos que inició a fines de mayo pasado en Nicaragua, en el marco del proceso electoral.
Entre los detenidos están, además de Quezada, siete aspirantes a la Presidencia, un ex canciller, dos ex vicecancilleres, dos históricos ex guerrilleros sandinistas disidentes, dos líderes campesinos, dos dirigentes estudiantiles, un dirigente empresarial, una defensora de derechos humanos, un banquero, una ex primera dama, un ex diputado, un periodista, un comentarista, tres trabajadores y cinco dirigentes opositores.
En las elecciones de noviembre estarán en juego 42 años de primacía casi total de Ortega sobre la política nicaragüense.
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